"Me vieron nacer cuando la luna se ocultó
y el sol todavía no emergió en el cielo.
Pétalos de flores formaron mis alas
y de las flores tomé también
el colorde mi piel y de mis ojos.
Mi voz se armó en un dulce susurro,
igual al sonido del agua en los arroyos
y aprendí a cantar canciones
de tierras antiguas que nadie más ha visto.
Sobre las ramas de los árboles
mis pies ligeros bailaron
y pude alzar el vuelo y subir muy alto
o descender a descansar sobre los frescos prados
y sentarme a beber el rocío
que guardaron para mí las azucenas.
Me acerco pocas veces a los humanos,
porque ellos son incrédulos
y tienen tanto miedo que prefieren no verme.
Sólo de vez en cuando mis ojos ven
otros ojos que saben que existo
y sobre ellos derramo mis dones más preciados.
Cuando el sol empieza a brillar
con fuerza en el cielo,
es hora de cobijarse en los brazos del bosque
y de dejar que la tierra madure
y haga germinar las flores
con las que volveré a nacer mañana..."